martes, 19 de mayo de 2009

INFLUENZA Y ECONOMÍA

Si al Distrito Federal la da gripe a la economía mexicana influenza y de las peores. Como resultado de la centralización de este país, la sola posibilidad del surgimiento de una epidemia en la capital contrae toda la actividad productiva, y es que todo pasa por ahí. Entonces ¿Cuáles son las posibles consecuencias que tendrá que afrontar la economía ante la contingencia sanitaria establecida por el gobierno federal? Primero el costo político que, a favor de unos u otros, acarrea el hecho de que la emergencia se proclame en periodo electoral, y es que no es lo mismo el proselitismo de camiones llenos al de tapabocas y sin saludos o bien no se conoce aun el saldo que podrá dejar en la población la manera en que maneja la situación determinada administración pública.
Después sigue la caída en la producción. La actividad económica suele compararse tomando los datos de un mes contra los del mismo mes pero del año pasado. Las medidas precautorias que todos conocemos fueron implementadas de forma rigurosa en el DF. Imaginemos lo que semiparalizar la zona que aporta cerca del 30% del PIB nacional por sí sola generará en el indicador de actividad de abril 2009. El resultado es obvio y más si agregamos que los días laborales fueron menos porque la Semana Santa cayó en Abril este año y en Marzo el pasado, por lo tanto podemos esperar una contracción visiblemente grande del valor de la producción en este mes con respecto al del año pasado.
Es probable que los sectores exportador y turístico se vean afectado seriamente por la forma en que se manejó la contingencia. Si yo fuera un importador o turista potencial promedio ubicado en Asia, me sentiría bastante desincentivado a visitar o comprar los productos de un país en el que al parecer la situación es tan grave que debe salir a los medios el Jefe de Estado en cadena nacional dando un mensaje largo y poco tranquilizador; y menos aún si veo al mismísimo ministro de salud usar tapabocas en una sala de prensa con micrófonos protegidos mientras habla de la forma en que tienen que vestir, toser, saludar y hasta sentarse los ciudadanos de su país. Naturalmente se deja de exportar cualquier cosa, incluyendo servicios turísticos.
En conclusión, los efectos económicos surgidos a raíz de la posible epidemia de influenza tipo A(H1N1) serán muy marcados debido al lugar en el que se localizaron la mayor parte de los casos y se sumarán a las de por sí complicadas circunstancias de encontrarnos en un periodo de crisis financiera a nivel mundial. El efecto político implicado está hecho pero sus consecuencias son difíciles de predecir.
Tal vez este acontecimiento nos convenza de que no es bueno tener una sociedad tan concentrada geográficamente por los corolarios que implica una posible contingencia como la de una epidemia. Si se quieren paliar en algo los resultados nocivos en la economía, se habrá de iniciar una campaña inteligente de promoción, turística y comercial, de México ante el mundo y si se desea evitar situaciones similares se tendrá que descentralizar la vida económica y política del país; una tarea sin duda difícil puesto que no se ha podido realizar en toda la historia de esta nación.

martes, 28 de abril de 2009

LA LÍNEA DE CRÉDITO ADQUIRIDA CON EL FMI



Durante las recientes reuniones en Londres del G-20 los Estados miembros han recomendado políticas, que a su parecer, podrían ayudar a solucionar la crisis económica mundial. En este tenor el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que el hoy secretario de hacienda fuera subdirector gerente, el 24 de Marzo aprobó la creación de un instrumento financiero llamado Línea de Crédito Flexible (LCF), mismo que podrá ser solicitado por cualquier país miembro del FMI, previo estudio de su situación, para ayudarse así a enfrentar la crisis económica actual. México ha sido la primer nación en manifestar interés por adquirir la LCF, cuyo monto máximo ascendería en este caso a aproximadamente 47 mil millones de dólares. El FMI ha recomendado tradicionalmente el uso de este tipo de herramientas para enfrentar crisis en economías como la mexicana, aunque existen sus detractores; de hecho no es la primer vez que se intenta hacer que este país aceptara un crédito de este tipo; en Noviembre de 2000 Stanley Fischer, entonces primer subdirector gerente del FMI, vino a hablar de las bondades de las líneas de crédito contingentes en la prevención de crisis en el marco del 75 aniversario de Banco de México (BM).

Aquí el interés por adquirir la LCF se hizo oficial el 1 de abril en comunicado de prensa por parte de la Secretaría de Hacienda y BM y se le denominó Blindaje financiero a favor del empleo, el crecimiento y la estabilidad. Al disponer de estos recursos se pretende proteger a la economía frente a cualquier contingencia severa que surja durante la crisis mientras se apoya al empleo, se favorece la estabilidad y el crecimiento económico y se facilita el acceso al crédito a las empresas y los hogares.

Las características de la LCF son las siguientes: El acceso a la línea está restringido a aquellos países con indicadores macroeconómicos firmes y que cuenten con una cuenta de capital dominada por flujos privados, esto es que la mayor parte de los activos sean propiedad privada y no del Estado; un buen historial de participación en los mercados financieros internacionales; un nivel adecuado de reservas internacionales; que su sistema bancario no presente problemas de solvencia; que posean una supervisión efectiva del sistema financiero; que gocen de finanzas públicas sanas y baja inflación. La LCF Tiene un carácter contingente, es decir que el país que la solicite puede decidir no disponer de los fondos o usarlos en una o varias exhibiciones, además de que una vez aceptada la solicitud el acceso a los recursos no estará condicionado y se podrá disponer de ellos cuando se necesiten. El periodo de vigencia de la Línea será de seis meses a un año, en ambos casos se puede renovar. El monto máximo a solicitar no está preestablecido y depende del país que lo solicite; si una economía adquiere la LCF puede disponer de hasta el 1000% de la cuota que tenga con el FMI; a cada país miembro el FMI le asigna una cuota con base en el tamaño de su economía para decidir cuál será su contribución máxima a los fondos de la institución, estas contribuciones se miden en unidades especiales denominadas Derechos Especiales de Giro (DEG), cuyo valor se estima a partir de la suma de los valores en dólares estadounidenses de una canasta de monedas integradas por el Dólar de EU, la Libra Esterlina, el Yen y el Euro, todos estimados sobre los tipos de cambio cotizados al medio día en Londres, este valor se publica diariamente en la página del FMI; en el caso mexicano el 1000% de la cuota son 31528 millones de DEG que son alrededor de 47 mil millones de dólares. Si el país decide disponer de los recursos el plazo de pago será de 3.25 a 5 años.

Hablando de costos, la LCF tendrá una comisión de compromiso que se tiene que pagar al contratarla, que para la situación mexicana sería de 27 puntos base sobre la parte de la Línea (0.27%), mismo que es devuelto cuando se realiza un desembolso de la línea. Por uso de la línea el FMI cobra un monto igual a la tasa DEG, que se estima como un promedio de las tasas representativas de la canasta de monedas mencionadas antes, más un diferencial de 2.42%. Como la tasa DEG actual es de 0.42%, el costo anual de uso para México será del 2.84%.

Esta línea de crédito es una de las herramientas de política económica que el G-20 ha recomendado para enfrentar la situación actual. México ha escuchado la sugerencia y la ha aplicado en nuestra economía, habrá que esperara para ver si se hace uso de este recurso y, de ser así, si tiene o no los efectos que se esperan.

lunes, 29 de diciembre de 2008

lunes, 15 de diciembre de 2008

EN EL SERVICIO

Prestando mi servicio social en la nunca bien ponderada institución banco de bancos, luz de los ojos de sor Juana y otros personajes famosos de la historia patria, institución que llena de vivos colores plásticos las billeteras de algunos afortunados (porque estamos otros que cuando bien nos va parecemos danzantes por las monedas bien adornadas con su respectiva ranita en nuestras rotas bolsas ) y que además controla algunos asuntos más mundanos y menos importantes como la inflación y esas cosas, he conocido al que es hasta ahorita profe de teoría monetaria de la Universidad de Guadalajara, Salvador Rodríguez, quien pronto se marchará a Veracruz a cumplir allá sus banqueras obligaciones.
Pues Salvador está haciendo repartición de libros entre algunos afortunados estudiantes, entre esos afortunados estuve yo. Ya antes me cedió un libro del ultrafamosonobeleado Paul Krugman, Pop Internationalism; y al buen Richard el de Peddling prosperity lo estoy leyendo ahorita, tal vez , si tengo tiempo y ganas, suba alguna reseña aquí. Pero el día de hoy Salvador se puso espléndido y me ha dejado otros cuatro textos. The International Economy / Kennen, The economics of life / G. Becker (sí, el del moñito) Macroeconomic Theory / Allen, y Seven Schools of Macroeconomics Thought/ Phelps.
Tal vez haya sido sin querer, pero Salvador ha dado en el clavo de mis preferencias; me gusta mucho (hoy, mañana quién sabe) la teoría macroeconómica, y ha dado, sin saberlo, bastante material para este blog (no me gusta esta palabra tengo que buscar una que la sustituya), aunque esto último está por verse porque no me apetece andar resumiendo libros para quienes no quieren leerlos completos. Lo que sí es seguro es que ha dado bastante material para mis acostumbradas noches de lectura.
Vaya pues un agradecimiento por estos libros a Slavador Rodríguez, de quien por cierto he aprendido la mayor parte de lo que sé de economía agrícola.

LA INFLACIÓN EN NOVIEMBRE

El gobernador del Banco de México(Banxico) Guillermo Ortiz Martínez a inicios del mes había declarado que era de esperarse un fuerte “pico” en la recta final de 2008 y en enero de 2009 en el registro de la inflación, y todo parece indicar que tuvo razón. El aumento anual en el nivel de precios duplica ya los tres puntos porcentuales establecidos por el banco central como pronóstico para todo el año 2008.
Banxico acaba de dar a conocer su reporte sobre inflación correspondiente al mes de Noviembre de 2008 y en él se da a conocer que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en este mes creció un 1.14 por ciento que agregándolo a las variaciones del INPC desde enero, la inflación acumulada alcanza ya 6.23 puntos porcentuales. El crecimiento del nivel de precios en este mes es el más alto desde hace por lo menos seis años y está muy por encima del 0.38 por ciento de noviembre del 2001.
Según el reporte los bienes que más subieron en noviembre fueron la electricidad, el jitomate y el Bistec de res; mientras que los que registraron una mayor reducción de sus precios fueron la cebolla, el aguacate y el servicio telefónico local. Como era de esperarse debido a la eliminación del subsidio por temporada cálida en la electricidad las ciudades que registraron mayores incrementos en el INPC fueron Hermosillo y Mexicali con 7.96 y 7.49% respectivamente, mientras que en Guadalajara se registró un incremento de 0.02%.
El aumento en la inflación es alrededor de un 2 por ciento mayor al incremento en los salarios nacionales, por lo que el poder adquisitivo real de las familias ha disminuido. Según Banxico el aumento de los salarios negociados en julio fue de 4.76 por ciento, de 4.69 los negociados en agosto y de 4.09 por ciento los revisados en octubre.
Hay una gran posibilidad de que el crecimiento de los precios siga siendo fuerte, sobre todo debido a las circunstancias internacionales de la oferta de bienes y servicios, sobre todo el relacionado con los costos cambiarios de los productos importados.
De seguir las tendencias no sólo la inflación irá en aumento, sino también el poder de compra de los salarios pagados en el país, puesto que aunque suban si lo hacen por debajo de la inflación es como si en realidad hubieran bajado, tanto como la diferencia entre el incremento del INPC contra el incremento salarial.

¿POR DÓNDE LLEGARAN LOS EFECTOS DE LA CRISIS A MÉXICO?

Ya todos metieron su cuchara en el asunto de la multicitada crisis financiera, ahora me toca a mí.
La crisis económica actual originada en Estados Unidos tiene magnitud mundial y para una gran número de economías en el mundo, incluyendo a la de México, la cuestión a resolver no es si los efectos se sentirán o no en sus respectivas áreas de influencia sino antes bien cuándo por dónde han de llegar dichos efectos. Para este país notoriamente atado a la suerte estadounidense la recesión llegará a través de la economía real, la de producción y venta de bienes y servicios.
La crisis financiera se expandió rápidamente y de manera más alarmante en aquellos lugares donde las condiciones eran similares a las que originaron el problema en Estados Unidos; por ejemplo en Europa, en donde los créditos hipotecarios también se estaban repartiendo de forma casi indiscriminada entre la población. En Asia la crisis no ha caído tan fuerte en la economía financiera como en Estados Unidos o en Europa, debido, además de que por ejemplo en Japón ya había ocurrido algo parecido, a que los países asiáticos son asiduos ahorradores, de hecho las instituciones financieras asiáticas han comenzado a invertir en la debilitada economía financiera estadounidense. El más importante canal de contagio de la crisis tanto para Asia como para América Latina (México incluido) es la economía real, la de producción y venta de bienes y servicios y no tanto la vía financiera.
Para el particular caso de México es muy poco probable que la crisis llegue por el medio financiero, antes bien arribará de forma más perceptible por cuatro canales reales, que no son los únicos y que a continuación enumeramos.
Primeramente, como es de suponerse, la economía de la construcción en Estados Unidos ha resultado muy lastimada; en ese sector hay muchos paisanos hoy empleados pero que es muy probable que estén siendo despedidos, luego entonces el flujo de remesas enviados por ellos a sus familiares en México decrecerá. El grueso del efecto de este hecho se sentirá en las regiones tradicionalmente expulsoras de migrantes.
En segundo lugar, es obvio que si la economía estadounidense cae en recesión a la nuestra le ocurrirá lo mismo. Un gran número de empresarios y familias en el norteño vecino prevén que la economía estadounidense en el mejor de los casos se estancará. Si sus actos van en función de sus expectativas; las familias dejarán de comprar y las empresas de invertir con las lógicas consecuencias de desempleo y baja producción. Son estas expectativas las que encrudecerán aun más la caída de la economía de EU, a la que la nuestra está enormemente ligada. Si EU deja de crecer deja de importar productos mexicanos.
Un tercer canal de infección se encuentra por el lado del mercado petrolero. El apuro económico se ha internacionalizado; si la economía global no es saludable deja de demandar productos y por productos léase cualquier bien o servicio comerciable incluyendo los energéticos. Si se deja de demandar petróleo, los precios caerán. La mezcla mexicana había alcanzado los 120 dólares por barril y hoy ronda los 76 dólares. El presupuesto nacional está basado en la creencia de que el precio promedio del petróleo será de 75 dólares, todos podemos deducir las consecuencias en los ingresos del sector público si el petróleo se vuelve más barato.
Como cuarto canal de contagio identificamos a las expectativas negativas de los inversores. Si las compañías que potencialmente podrían invertir en este país creen que la situación empeorará antes de mejorar entonces decidirán no colocar su dinero en México y simplemente se pierde la oportunidad captar esa posible inversión.
Si bien la recesión económica que se avecina no será un cataclismo de magnitudes como la de 1995 ni mucho menos como la de 1929, habrá que tomar medidas que sirvan para el capítulo mexicano. El ejecutivo ha anunciado un tardío plan de cinco puntos que implican aumento del gasto público, desregulación arancelaria y otros aspectos contracíclicos. El contenido de dicho plan es material para otra colaboración.

LA BUROCRACIA Y LA COMPETITIVIDAD MEXICANA

El Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional publican anualmente un reporte intitulado Doing Business (Haciendo Negocios), en donde se califican algunos indicadores de la reglamentación de las actividades comerciales que registran el tiempo y el costo para cumplir los requisitos legales para iniciar y administrar un negocio, participar en el comercio transfronterizo, pagar impuestos y cerrar una empresa en 181 economías, para enlistarlas de acuerdo a lo que el documento califica como competitividad, es decir que en los primeros lugares encontraremos a los países con las menores dificultades y mayores facilidades para la actividad de las empresas.
En su edición del 2009 el documento ubica a México en el lugar número 56; es decir que está 14 lugares abajo del puesto que ocupaba el año pasado, retrocediendo respecto a economías emergentes de Asia y África que se han vuelto más competitivas que este país.
La razón central del retroceso de la competitividad mexicana se puede encontrar en la ausencia de reformas. Países como Hungría, Botswana y Colombia han hecho durante el último año una cantidad importante de modificaciones en sus respectivas reglamentaciones comerciales, causa por la cual hoy son más competitivos que México.
Es un lugar común pensar que reformas de este tipo no se efectúan porque se quedan atoradas en el congreso y sería fácil llegar a la conclusión de que si este país no avanza en materia de competitividad es debido a la incompetencia del órgano legislativo. Sin embargo el reporte citado no toma a consideración reformas tales como la energética, laboral o alguna otra que necesite el visto bueno del legislativo, sino más bien a reformas que tienen que ver con el papeleo; eliminación de trámites administrativos y burocráticos, flexibilizar los requisitos de capital mínimo para la creación de una empresa o incluso aquellas acciones que eliminaran o redujeran el tiempo necesario para rellenar formularios.
Por tanto podemos afirmar que lo que verdaderamente está ahogando la competitividad mexicana es la excesiva carga burocrática que hay que soportar para echar a andar y mantener operando una empresa y que es un incentivo muy importante para que muchos emprendedores decidan mantenerse en el sector no regulado de la economía nacional.
A todos los preocupados por la salud económica del país nos interesa que los responsables del buen funcionamiento del sector productivo del país implementen pues medidas encaminadas a volver sencillo y claro el procedimiento necesario para emprender y mantener un negocio; de esta manera se facilitaría el funcionamiento de las pequeñas y medianas empresas –creadoras de 8 de cada 10 empleos en este país- al mismo tiempo que se reduciría el sector informal de la economía.

EL EMPLEO EN MÉXICO

En este país hay una infinidad de problemas por solucionar, hay algunos que lejos de mostrar mejoría parecen insalvables y cada vez empeoran más y para muestra está el desempleo. Cada vez que se acerca el período de elecciones se inunda a la ciudadanía con millares de promesas para solucionar el desempleo, que en caso de que se cumplieran México sería un ejemplo a seguir por todas las demás naciones en el mundo, con tasas de crecimiento sostenidas y envidiables. Hablar es fácil, prometer la creación de un millón de empleos diarios si se quiere es demasiado simple, lo que sea por convencer al sector de la población que votará. Una vez logrado el asenso se puede poner en cargos importantes a los amigos, a los más queridos dentro del club más cercano al presidente en turno, quienes aplicarán políticas anodinas, envueltas con su correspondiente ola publicitaria, dirigidas a mitigar, en el papel, la desocupación. Sin embargo la realidad se nos presenta cruda a la mayoría cuando no llegan los resultados esperados.
El jueves 21 de agosto del presente el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) dio a conocer la situación del mercado laboral en México correspondiente al mes de julio. Los datos ofrecidos son muy desalentadores. La tasa de desempleo en este mes fue de 4.15% de la Población Económicamente Activa (PEA), la más alta alcanzada desde que comenzó el sexenio y la más elevada para julio desde hace ocho años.
Lo anterior significa que en México, según los datos oficiales, hay alrededor de un millón 800 mil personas que buscan empleo sin encontrarlo. Según este informe, en julio de 2008 había 344 mil personas más engrosando el sector desocupado de la PEA que en diciembre de 2006, lo que representa un incremente de más del 20% en la cantidad de personas desocupadas desde comienzos del presente sexenio.
El efecto de esta situación se sesga con mayor fuerza hacia las mujeres. En el sector femenino se incrementó en un 0.2% de julio del año pasado a julio del corriente al incrementarse de 4.32 a 4.52%. La tasa de desocupación masculina se incrementó de 3.73 a 3.92% en el mismo lapso de tiempo.
Es notorio pues que las políticas implementadas en materia de empleo, en el supuesto de que éstas existen, han resultado ser estériles y parece que el desarrollo económico de este país está no sólo estancado sino en franco retroceso.
No debemos olvidar entonces las cifras reales cuando estemos ante las promesas que periódicamente se nos presentan.

EL CONTROL DE PRECIOS DE LOS ALIMENTOS EN MÉXICO

El miércoles 18 de junio de 2008, el presidente Felipe Calderón ha anunciado un programa de fijación de precios máximos. El objetivo de dicha acción se mencionó en el mensaje que dio el presidente ese día al terminar la reunión con miembros de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) y que un fragmento dice a la letra:

Yo por eso quiero reconocer hoy el esfuerzo de los industriales de México y de la CONCAMIN y, en particular, el esfuerzo de cámaras, como de la Industria de Conservas en México y otras, por el acuerdo al que se ha llegado el día de hoy y que ponemos a su conocimiento. Con esta decisión de CONCAMIN, insisto, se congelan a partir de hoy y hasta fin de año, el 31 de diciembre, los precios de más de 150 productos, entre los que se incluyen diversas marcas de aceites, de frijoles preparados, de atún en lata, jugos, sopas, salsas, café con leche y otros productos básicos que son de enorme consumo popular. (Presidencia de la república, Sala de prensa; 18 de Junio de 2008)

En mi opinión el congelamiento de precios es sólo un placebo contra la coyuntura y por tanto no es una buena alternativa para la solución del alza de precios en los alimentos, sin embargo es una acción sujeta a debate.
Haciendo a un lado esto, hay otro par de cuestiones que resultan quizá más graves. En primer lugar, por la forma en que se ha difundido el programa se hace pensar que se han fijado máximos a los precios de algunos productos elegidos, cuando en realidad lo que se está haciendo es fijar el tope de precios de algunas presentaciones de ciertos productos para ciertas, marcas. Es decir que, por ejemplo, en vez de congelar el precio del producto frijol, se fija el precio para el producto “frijoles refritos con chipotle” en su presentación de 430 gramos de la marca “X”; o la “sardina en salsa de tomate en lata ovalada” en su presentación de 425 gramos de la marca “Y”, en lugar de controlar el precio de la sardina en general.
En segundo lugar no queda claro el criterio que se siguió para la selección de productos que forman parte de la mencionada lista. Lo más lógico sería pensar que se controlarían los precios de los productos que realmente son de consumo masivo, de aquellos que por temporadas tienen una alta volatilidad en su precio e incluso algunos bienes considerados para la elaboración del índice de precios al consumidor.
En la lista aparecen muchos bienes alimenticios que son poco o nada representativos dentro de los alimentos que se consumen entre las familias mexicanas en general y mucho menos en las de bajos ingresos (que es a quienes se pretendería ayudar con esta medida). Así por ejemplo se puede encontrar en la lista productos tales como peras en almíbar (en lata), café con leche, postre estilo flan, hojas de perejil deshidratado, vainilla de 250 mililitros y 16 tipos distintos de té.
Creo que el gobierno debería ser un poco más cauteloso al elaborar programas como el anterior. Cuando la población está esperando que los precios suban durante un largo periodo de tiempo, entonces trata de comprar antes de que eso suceda, sin embargo esas compras generan más inflación por que se demandan más productos de los que los empresarios habían puesto a la venta, es entonces cuando el gobierno actúa para mejorar las expectativas. Si este programa fue hecho para generar una buena expectativa inflacionaria entre la población, puede resultar contraproducente, porque cuando la gente vea que no se controló el precio de productos en general sino de sólo algunas presentaciones de ciertas marcas, el descontento no se hará esperar.

AUMENTO MUNDIAL EN LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS ¿QUÉ SE HA HECHO EN MÉXICO?

Nadie con un mínimo de información puede negar que todos los productos alimentarios estén encareciéndose más de lo acostumbrado. Lo anterior ocurre no sólo en Jalisco ni es exclusivo de México, sino que es un fenómeno mundial que ha provocado un gran número de manifestaciones y reacciones por parte de dirigentes políticos y económicos. La comida se está volviendo más cara que nunca y las consecuencias son obvias: Un aumento en el número de personas que sobreviven en extrema pobreza.
La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas, el Banco Mundial (BM) y otros organismos multinacionales han emprendido acciones que solucionarían el fenómeno según sus particulares modos de interpretación de lo que está ocurriendo; acciones que van desde la concesión de préstamos (el más puro estilo del FMI y el BM) y la creación de fondos alimentarios, hasta la fijación de reglas para la producción de los multicitados biocombustibles en especial el etanol.
En México el gobierno anunció, a principios de la semana pasada, su plan de enfrentamiento a esta situación. Se liberalizará de aranceles a todas las importaciones de alimentos. Se subsidiará a productoras transnacionales para evitar el aumento de los precios; se incrementará la ayuda alimentaria del programa Oportunidades y se pretenderá subsidiar a los consumidores de gasolina. Algunas de las acciones van encaminadas a reducir los costos de producción y otras son medidas económicas famosas por frenar ciclos; pero ninguna es de gran ayuda, como se puede leer más abajo.
Hasta donde yo sé, el alza actual de los precios de alimentos puede ser explicada por distintos factores: Los costos de producción agrícolas han aumentado, porque el combustible ha elevado su precio (recordemos el alza de precios del petróleo, otro fenómeno mundial), y algunos insumos, como los pesticidas, también se han vuelto más costosos. China e India, dos potencias emergentes, han acrecentado su demanda de carne, leche y huevo, lo que eleva sus precios y hace un efecto mayor en el incremento de los costes de granos que sirven para la engorda de ganado, de ahí que podamos deducir que la malnutrición se expandirá; si se come más carne y menos granos no se ingieren los nutrientes básicos en suficiente cantidad ni calidad. Ha habido sequías que han reducido las reservas mundiales de granos a niveles alarmantes. La Producción de biocombustibles necesita tierra cultivable, misma que le es arrebatada a la siembra de cereales comestibles, o bien muchos alimentos que antes se comían, ahora se queman como combustible. Y por último, muchos inversionistas han comenzado a especular con los precios de los alimentos, para compensar sus pérdidas de la pasada crisis hipotecaria en EU.
Si en México se pretende quitar los aranceles a la importación de alimentos, lo que se está haciendo es abrirse a la contaminación especulativa de precios, incluso si el “beneficio” se extiende a las exportaciones, lo que se generaría un desabasto de comida en el país, porque se preferirá vender caro en el exterior que vender barato en el país. Además los altos precios de los víveres no tienen nada que ver con los aranceles. Subsidiar a un productor es una contradicción a los principios mismos de la ley de la oferta y la demanda porque se corre el riesgo de subsidiar a quien no lo necesita (por ejemplo a una trasnacional), antes bien se debe de subsidiar a los consumidores; si a un productor se le da dinero se le ayuda con sus costos de producción, pero nada ni nadie nos garantiza que bajará sus precios, antes bien se ve beneficiado porque su margen de ganancia aumentará. Incrementar la ayuda en alimentos del programa Oportunidades sí es un subsidio a la demanda y puede tener algún efecto positivo, pero que no contrarresta en forma total el problema arrastrado. Absorber una parte del costo de la gasolina a los productores de la industria alimentaria no es una excelente idea, porque es un subsidio que beneficiará más a quien más gasolina usa, precisamente a los productores que menos necesitan de la ayuda.
Las medidas correctivas del gobierno no han sido las mejores, por tanto el incremento en los precios de los alimentos continuará indefinidamente, sobretodo en productos como el arroz y el maíz que, por sus características mercantiles y por los especuladores, están variando sus precios por causas que nada tienen que ver con la oferta y la demanda.

SOBRE LA PRIMER PROPUESTA DE REFORMA ENERGÉTICA

Desde hace 25 años se lleva en México una paulatina demolición de la empresa paraestatal Petróleos Méxicanos (Pemex) que se ha hecho sentir más desde hace algunos meses debido a una propuesta de Reforma Energética presentada al legislativo acompañada de una sensiblera campaña mediática en la que se hace afirma la existencia de un “tesoro” escondido (expresión que me parece bastante cursi) en las profundidades del golfo y que es necesario extraer “hoy más que nunca” para traer años de felicidad a todos los mexicanos.
Lo más notable del proyecto de Reforma Energética presentado es que pretende reformar el artículo 27 constitucional que ordena la exclusividad de la Nación en la explotación de hidrocarburos que constituyen la industria petrolera, para que ahora el Estado se encargue sólo de las “áreas estratégicas” de la industria. Esto es un popote legal para permitir taimadamente la introducción del sector privado en actividades que hoy son exclusivas de Pemex y que puedan calificarse como no estratégicas, v. gr. Transporte, almacenamiento, refinación y venta de primera mano de petróleo, gas y derivados. Además de lo anterior el documento también incluye planes para quitar a la paraestatal la exclusividad de exploración (tan necesaria para encontrar el tesorito); para crear una “comisión del petróleo” y para sustituir la actual Ley Orgánica de Pemex.
Ninguna reforma debe descalificarse de entrada. En lo personal considero pertinente la sustitución de la Ley Orgánica de Pemex, por una que la dinamice y modernice. Sin embargo, en sus demás apartados, la Reforma me parece mala. La entrada del capital privado a una industria con todas las señales de ser un monopolio natural es un tremendo error (para muestra Telmex).
Las explicaciones más frecuentemente presentadas por los favorecedores de la Reforma es que Pemex es muy ineficiente, que la entrada de competencia privada mejoraría las condiciones del mercado, que hay mucho petróleo por explotar que no se extrae por falta de infraestructura, que no es malo que ingrese la iniciativa privada en áreas como la refinación y que la Reforma no pretende privatizar a la petrolera.
Leyendo fielmente la realidad podemos derribar los anteriores argumentos. Pemex es eficiente económicamente hablando, es una de las cuatro productoras de petróleo en el mundo. En 2006 tuvo un rendimiento, antes de intereses e impuestos, de 72 mil millones de dólares (suma sólo superada por la obtenida por Exxon); no necesita aliarse con nadie para mejorar su funcionamiento y menos con las transnacionales (léase sus competidoras) para ser económicamente rentable; si el actual desempeño de la empresa parece atascado es debido al régimen fiscal al que se le ha sometido, a que mantiene al enorme aparato burocrático mexicano y a que se le niegan cada vez más recursos para su mantenimiento. Además el ingreso del capital privado no garantiza la mejora de la estructura de mercado, para quien no lo sabe, la iniciativa privada ya trabaja en algunos sectores junto a Pemex como la petroquímica básica y la venta de gasolinas (en forma de franquicias); hoy México es un importador neto de petroquímicos. Pémex fue capaz hace dos décadas, durante el boom petrolero en la época de López Portillo, sin ayuda privada, de construir tres plantas refinadoras casi simultáneamente, inexplicablemente hoy no se ha hecho algo similar a pesar de que estamos presenciando un período de bonanza por ingresos de exportaciones de crudo mayor al López-Portillista. La existencia de un supuesto teosoro abundante de petróleo no explotado y que los estadounidenses y hasta los cubanos nos están ganando está siendo usado para dar a entender que Pemex no tiene suficientes ingresos como para financiar la exploración (una de las áreas que se quieren privatizar), sin embargo en 2006 Pemex generó ingresos suficientes como para financiar su propio gasto de infraestructura y poder construir un par de refinerías. Para quienes dicen que la Reforma no quiere privatizar Pemex, porque no se plantea literalmente la venta de los activos de la empresa, habrá que leerles la definición de la palabra privatización dada por el Pequeño Larousse (ya ni de la RAE), que a la letra dice Privatización: Acción de hacer que recaiga en el campo de la empresa privada lo que era competencia del Estado. Y precisamente es eso lo que se hace al favorecer la participación privada en sectores que son competencia exclusiva de la Nación. El recurso petrolero existente en tesoros reales y no ficticios como Cantarell y Chicontepec bien administrado puede y debe dar a los mexicanos años de seguridad energética sin necesidad de abrirse a la iniciativa privada que sólo vela por sus propios intereses.

UN PRIMER INFORME MAQUILLADO

El día viernes primero de febrero de 2008, en atención a lo dispuesto en la fracción tercera del artículo número 50 de la constitución del Estado de Jalisco, el gobernador constitucional de la entidad, Emilio González Márquez, presentó ante el poder legislativo el informe de su primer año de actividades como dirigente estatal.
Para quienes estemos interesados en el curso que va tomando la economía regional debido al impacto que el desarrollo económico, que implica salud financiera, tiene en el desarrollo de las empresas jaliscienses, es importante conocer lo que se señaló en los apartados titulados “Empleo y crecimiento” y “Desarrollo social”.
Como era de esperarse, el pequeño documento, y en especial los dos apartados mencionados, estuvieron plagados de frases y cifras positivas en el mismo tono triunfal que ya le conocíamos al c. Felipe Calderón. Y es que misma coloración obliga un discurso en misma tonalidad que los pronunciados desde Los Pinos.
Según el informe oficial en Jalisco, durante 2007, se generaron más de 60 mil empleos, las exportaciones del Estado aumentaron en un 49%, la inversión privada tuvo una explosión nunca antes vista y los créditos otorgados para el establecimiento de nuevas pequeñas empresas van a la par.
Una cantidad grande (en papel) de empleos no significa que estén bien pagados. Un Estado fuerte en cuanto a comercio exterior se refiere, debe tener una base de exportaciones diversificada y varios destinos; de poco sirve exportar materias primas (y mano de obra vía mojados) únicamente al vecino país del norte, o partes semitermindas de aparatos eléctricos que culminarán su proceso en China o Japón. En cuanto a la inversión privada, es conocidísimo que las empresas grandes se quedan en Estados como el nuestro sólo si se les exenta del pago de impuestos o si se les ofrece algunas otras facilidades. Debería de mencionarse en el documento cuántas empresas instaladas gracias a créditos gubernamentales han sobrevivido.
Según el informe se está siguiendo a pies juntillas lo establecido en el Plan Estatal de Desarrollo, que a su vez está guiado por su homónimo Nacional. En dicho plan está contemplado el fortalecimiento del turismo nacional en Jalisco. Aunque usted no lo crea, piedra angular para el desarrollo de las actividades de promoción estatal y de atractivos turísticos de la entidad, para el gobierno de Emilio, además de los austeros juegos panamericanos, es financiar, desde el erario público, programas de expresión y series tele-novelescas de conocido grupo de comunicaciones mexicano. Parece ser que para el actual gobierno jalisciense la promoción del turismo regional está ligado con otorgar más de 10 millones de pesos para que todo México se entere de que las “estúpidas no van al cielo” (sic.).
Es bueno, sin embargo, saber que existe la intención de duplicar, en el 2008, los 915 millones de pesos dirigidos en 2007 a ciencia, tecnología e innovación. Así mismo, creemos pertinente y necesario que la educación, generadora de capital humano, siga siendo una de las principales captoras de recursos fiscales.
Para que Jalisco pueda ser un buen lugar para que florezcan las empresas ya establecidas y puedan llegar o colocarse más, debe de seguir fortaleciéndose la red de infraestructura, es decir las carreteras y otras vías de comunicación que influyen directamente en los costos de operación de los y las empresarias de Jalisco.
El ingreso de las familias jaliscienses es muy sensible y no vasta (aunque no está del todo mal en un sentido técnico estricto) con dar dinero a “nuestros viejitos” (Emilio dixit). No es necesario patrocinar series de televisión para beneficiarnos; es mil veces más útil contener el alza en los precios del transporte público en lugar de dar becas para el camión por ejemplo. Para proteger realmente a los y las empresarios de la entidad dedicados a los agronegocios habría que tomar serias medidas de control y restricciones a las importaciones de granos que llegan en el marco del Tratado de Libre Comercio. Todos los jaliscienses, y en especial los empresarios y quienes tienen intereses financieros en esta tierra esperamos que en el próximo año el gobernador entregue un informe más objetivo y con cifras que no pretendan inflar o desinflar lo que realmente existe en nuestro Estado.

MACROECONOMÍA FINANCIERA PARA NO ECONOMISTAS POR UN ECONOMISTA 3/4

Las alzas y caídas en las Bolsas de Valores no afectan, en el corto plazo, de manera importante, salvo excepciones muy marcadas como la crisis de 1929, a las personas comunes y corrientes que no están relacionadas ni tienen inversiones en ellas. Sin embargo los índices generados ahí son un referente importantísimo para conocer la salud de la economía y el estado que guardan las intenciones de inversión de los empresarios que, como es fácil deducir, es una de las maneras como se crean empleos. La forma como se generan estos termómetros se explica de forma sucinta a continuación.
Las Bolsas de Valores, en ocasiones también denominadas como Bolsas de Comercio, son instituciones privadas que proporcionas el espacio y las facilidades necesarias para que se encuentren quienes compran valores con los que los venden. Es decir, es el lugar en donde se genera información clara y suficiente para tomar decisiones de inversión. Dichas facilidades son particularmente importantes para los miembros de las Bolsas de Valores interesados en el mercado de dinero, que básicamente son los demandantes de capital financiero y los oferentes de capital financiero; entiéndase quienes necesitan dinero, para invertir por ejemplo, y quienes tienen el dinero, porque ahorran.
De esta manera los inversionistas (ahorradores principalmente) utilizan toda la información disponible para decidir en dónde colocar sus fondos y siempre se inclinarán por prestarle liquidez a las empresas y los organismos públicos y privados que muestran estar saneados y ser rentables. No es un juego de azar; los inversores colocan el dinero en donde más les conviene y mientras menos riesgo haya mejor. Lo que sí hay en gran cantidad es lo que se conoce como expectativas, que son las ideas y lo que en general se espera pase con tal o cual empresa y eso se refleja en el precio de sus acciones. Las expectativas juegan un papel importante porque los prestamistas deben estar concientes de que si colocan mal su dinero y lo pierden, nadie se los devolverá.
El dinero que está en juego tiene un “precio”. La interacción entre la oferta y la demanda del mismo generan una Tasa de Referencia. Y en algunos países, como Estados Unidos, es usada para controlar la cantidad de moneda en circulación, algo que en México se hace por medio del “corto”. Si la tasa es alta, los bancos prestan caro y el público en general pide menos préstamos y menos crédito, por tanto se consume menos. Para los prestamistas inversores en la Bolsa de Valores el riesgo se habrá vuelto muy alto porque la inversión debe generar utilidades por encima de la tasa de referencia para ser rentable y obviamente las probabilidades de tener pérdidas son mayores a las probabilidades de obtener ganancias y entonces deciden no dar liquidez a ninguna empresa que genere utilidades por debajo de la tasa. Los dueños de títulos en deuda salen ganadores porque cobrarán intereses mayores. Todo lo contrario pasaría con una tasa baja.
Si en Estados Unidos, por ejemplo, las tasas de interés están subiendo tanto que la Fed, (el equivalente al Banco de México) tiene que intervenir para controlarla quiere decir que el riesgo está aumentando muy rápido, los préstamos y el crédito se encarecen, las personas que pagan el crédito hipotecario de sus casas, por ejemplo, a tasas flexibles verán aumentar su deuda junto con el aumento del interés, habrá menos inversiones, el desempleo aumentará, el consumo caerá y si a eso agregamos que alrededor del 90% de las exportaciones mexicanas van destinadas a EU, es claro que el pánico se trasladará a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) con resultados diez veces peores y los inversionistas retiran su dinero, el Índice de Precios y Cotizaciones de la BMV irá bajando en lo que será una clara señal de lo mal que estaría la economía nacional, ahuyentando a todo aquel que quiera poner negocios en México.

LOS RECURSOS PARA JALISCO EN 2008

Con el objetivo de programar el destino que se habrá de dar a los recursos que el estado recibirá del gobierno federal; en sesión extraordinaria a las 23:25 horas del viernes 28 de diciembre de 2007 el Legislativo del estado aprobó el Presupuesto de Egresos para Jalisco correspondiente al ejercicio fiscal 2008.
La necesidad de tener ordenado y bien planificado el uso de los recursos de la entidad es evidente. Naturalmente, cada año las autoridades habrán de tener planificada la utilización de los fondos en distintos programas que, en principio, habrán de favorecer a todas las personas que vivimos en Jalisco. Sin embargo, este año la discusión que surgió en las cámaras entorno al documento aprobado para el ejercicio entrante fue acalorada e interesante puesto que involucra los intereses de todos los jaliscienses.
La historia comenzó en noviembre del año pasado cuando el presidente Felipe Calderón Hinojosa visitó el municipio de El Salto y prometió al gobernador, “para cumplirle a los jaliscienses”, que en 2008 se contaría con el presupuesto más alto en la historia del estado y que sería utilizado para completar los servicios básicos de estructuras carreteras incompletas así como varias otras obras de infraestructura apoyados por unos prometidos 3,400 millones de pesos para Jalisco incluidos en el Plan Nacional de Infraestructura 2008. Era de esperar menciones parecidas desde el Ejecutivo nacional hacia las otras entidades gobernadas por su partido.
Quienes supimos la noticia veíamos con buenos ojos que a las arcas del estado llegara una buena cantidad de fondos y que pronto sabríamos a dónde sería destinado. Sin embargo el secretario general de gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez informó que el presupuesto originalmente aprobado por los diputados fue vetado por el ejecutivo estatal Emilio González el 14 de diciembre al hacerle 160 observaciones debido a que contenía inconsistencias financieras y jurídicas mayormente concentradas en los apartados II y III, que detallan las partidas por dependencia y por objeto de gasto así como por dependencia y por programa respectivamente.
Técnicamente lo que pasó con el documento aceptado originalmente fue que en realidad fueron aprobados dos presupuestos distintos. Al no haber ni una sola partida cuya suma fuera igual en los apartados II y III era como si se estuvieran tratando cifras separadas y no una misma cantidad que obligadamente tendría que coincidir en todas sus sumas entre los diferentes volúmenes del documento.
Así, por ejemplo, el Legislativo incurrió en contradicciones al haber admitido para impacto al salario en el transcurso del año una partida de 724 millones 374 mil 227 pesos en el volumen III por objeto del gasto y mil 130 millones 317 mil 915 pesos en el volumen II programa. En la partida de aportación a la promoción de la vivienda en el estado se asignaron 30 millones 207 mil 530 pesos en el volumen II y 100 millones de pesos en el volumen III. Así como 79 millones 76 mil 500 pesos al Instituto Electoral del Estado (IEE) en el apartado III pero 104 millones 327 mil 711 pesos en el II.
Además se aceptó un “gasto con discrecionalidad” para el Ejecutivo en partidas de ampliación automática que están relacionadas con rubros como salud, educación, desarrollo y tecnología. Lo que le da la facultad de dirigir cualquier cantidad a discreción hacia esos sectores.
Finalmente en tiempo y forma los diputados resolvieron las contradicciones y observaciones hechas por el gobernador tres días antes de que diera por terminado el plazo límite para tener listo para los jaliscienses nuestro Presupuesto de Egresos. También resulta interesante hacer notar que a partir del corriente mes de enero los legisladores trabajan en reformas a los ordenamientos relativos al presupuesto y gasto de la administración gubernamental, que incluirá la forma en que los legisladores ejercen los fondos presupuestales.
Con 28 votos a favor, seis en contra y tres abstenciones que son suficientes para completar la mayoría calificada necesaria para la aprobación; se acordó que para el año 2008 Jalisco dispondrá de poco más de 56 mil millones de pesos. Esperamos que dichos recursos sean utilizados en políticas públicas que ayuden en el desarrollo del estado y mejore las condiciones de vida de todas y todos los jaliscienses. También esperamos ver un proceso de aprobación más eficiente y sin tantas complicaciones.

LA REFORMA HACENDARIA (SE ACUERDAN?)

La justificación para la existencia de los impuestos es que, en principio, con ellos el Estado puede regular la asignación de recursos además de generar efectos importantes en la economía y la sociedad. Cualquier intervención fiscal debería entonces favorecer la correcta distribución del ingreso y el funcionamiento del aparato burocrático interfiriendo lo menos posible en la asignación eficiente de los recursos. Idealmente el sistema impositivo de una economía tendrá que ser barato, sencillo en su aplicación, transparente y equitativo.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que cuenta con 30 países miembros de los que 24 son considerados de altos ingresos por el Banco Mundial, para 2004 (último año con cifras completas) México recaudaba por concepto de impuestos el 19% del valor total de toda la producción nacional (PIB), la cifra más baja de todos los integrantes de dicha organización. El promedio de la OCDE es 35.9%, el doble del nuestro. Los países más avanzados en este plano son Dinamarca y Suecia, con el 48.8% y el 50.4% de su PIB respectivamente
Entonces, según lo que hemos dicho, una reforma o miscelánea fiscal habría de buscar la forma de sacar a México del rezago hacendario en el que se encuentra. El pasado 20 de junio el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, presentó al Congreso de la Unión un paquete de iniciativas que compondrían lo que se dio por llamar una “Reforma Integral de la Hacienda Pública” y cuya versión corregida y aumentada por el Congreso entrará en vigor a partir del primer día de 2008.
Lo más relevante en el documento es la creación de un nuevo impuesto llamado Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU antes CETU) que gravará a las personas físicas y morales residentes en el país, así como los residentes en el extranjero con establecimiento permanente en el país, por los ingresos que obtengan por enajenar o rentar bienes y dar servicios independientes. La tasa de este impuesto crecerá gradualmente, primero será del 16% de las utilidades declaradas en 2008, 17% en 2009 y 17.5% para 2010. El IETU ha sido diseñado para tratar de hacer que quienes no pagan el Impuesto Sobre la Renta (ISR) al menos paguen aquél.
Esta nueva imposición hará más complejo el de por sí complicado sistema tributario mexicano, a pesar de la simplicidad que implica una tasa única, porque obligará a las empresas a llevar una doble contabilidad. Me explico: Una empresa tendrá obligadamente que calcular tanto el IETU como el ISR, comparará los resultados y pagará el que sea más elevado. El hecho de llevar una complicada contabilidad de tributaciones favorece que algunos trabajadores eviten pagarlas o de plano decidan pasarse a la economía informal a la que, con la reforma hacendaria, se pretenderá gravar con un impuesto a los depósitos en efectivo.
El impuesto a los depósitos habrá de funcionar de la siguiente manera: si alguien deposita en el banco 25,000 pesos o más se le aplicaría una tasa del 2% del total del monto depositado. Se supone que así pagará la economía informal y las personas que no declaren correctamente sus ingresos. Sin embargo, cualquier contable hábil sabe que no hay necesidad de depositar los 25,000 pesos en un solo banco; o inclusive si alguien sabe que, depositando tal cantidad, le van a cobrar, simplemente evita hacerlo.
Con dichas medidas, entre otras (incluyendo la abrogación de la tenencia vehicular para 2012), Hacienda pretende haber aumentado la recaudación en un 2% del PIB en 2012, una bicoca si en verdad se quisiera alcanzar el 35% promedio en la OCDE. Por tanto podemos decir que no hay un gran avance en aumentar los ingresos de un Estado que cada vez se ve más empequeñecido.
Se pudo haber aumentado la tasa máxima del ISR (que es un impuesto que cobra más a quien más gana) sin que el país dejara de ser atractivo para los inversores, puesto que la tasa máxima de este impuesto en México es del 29%, mientras que en Bélgica, por ejemplo, es del 50%. Se pudo haber favorecido la reducción del coste por mantener el enorme aparato fiscal, destinando lo ahorrado a programas sociales. Se pudo haber simplificado la rendición de cuentas, pero ocurrió lo contrario. Se pudo haber hecho mucho para anular la evasión fiscal. Se pudo haber avanzado en materia de impuestos al consumo, como el IVA, que afectan más, en proporción, a quien menos gana. Se pudo haber hecho mucho, lástima que no fue así.